f

lunes, 3 de noviembre de 2014

Epílogo para una época (II)





Oh rica tierra y abundante del norte,
¿Por qué destruyes tus excedentes?
Acaso los hambrientos te han dado permiso.
Nadie habla en este metro interminable, ni siquiera al pasar junto a los vagones de tercera clase.
Están llenos de niños desnudos y madres esqueléticas.
Dicen los incultos que también de ratas.
Se exagera, ya se sabe que para vender en prensa se cargan los adjetivos.

Hay una rubia melena a mi lado,
Trabaja en una empresa de exportación del educado Estocolmo, dice que todo es justo y “puro” en su sector.
Tal vez sea inmaculada su piel blanca y al hacer el amor grite cosas sin sentido debido al silencio que hay en su sector.
O su maquillaje oculte la historia de la frustración del norte amaestrado.

     El metro entra en la estación La Atenas Ideal,
     Desde hace poco se dedica la gente a tirar basura aquí,
Dicen que fue un ideal que traicionó la verdadera fe.

La democracia no es igualdad se ve en la pared, el placer es individual añaden. 

Autor: Conrad Quevedo (@theyoungQuevedo)




"La democracia es cuando los indigentes y no los hombre de la propiedad, son los gobernantes"
Aristóteles








            

No hay comentarios:

Publicar un comentario