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martes, 28 de abril de 2015

Besos dorados









Las chicas malas van a todas partes



Cuanta razón tenía Mae West cuando dijo "las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes” porque las chicas malas gustan mucho, muchísimo más. Las películas romanticonas excesivamente edulcoradas siempre nos venden que el chico se lo lleva la chica rubia virginal con sonrisa bobalicona cuyo sentido del humor y personalidad no llegan ni a la categoría de acelga hervida. Pero en la vida real son ellas, las malas las que se llevan a los hombres de calle, y cuando digo hombres, me refiero a los hombres de verdad no a los sucedáneos que nos muestran dichas pelis que no son más que meros “flojos” que no buscan una mujer sino una segunda madre de los cuide y los salve de todos los males.
A las chicas malas siempre se las representa más sensuales, más provocativas, más elegantes, más sofisticadas ¿De verdad alguien puede preferir a una Doris Day o una Julia Andrews que a una Rita Hayworth, Ava Garner o Lauren Bacall? Vamos que si te dan a elegir entre Gilda o la protagonista de Sonrisas y Lágrimas, es que no hay color. 
Ellas siempre son más divertidas, más irónicas, más sarcásticas, más inteligentes, más listas, más pícaras, más de todo, y siempre una mala será más recordada ¿Alguien recuerda a la chica buena de Falcon Crest o Dinastia? Porque yo solo recuerdo a Angela Channing o aquella maravillosa Joan Collins en el papel de Alexis Carrington.  
Visto lo visto, prefiero ser una chica mala porque son más deslenguadas, más irónicas, más ácidas, más sarcásticas, más maliciosas, más envidiosas, más peleonas y hasta malvadas entre ellas mismas. Pero a su vez también son más divertidas, más inteligentes, más alegres más todo y eso es preferible a una versión más azucarada, más correcta pero más sumamente aburrida de nosotras mismas.
Y como es preferible ser una chicha mala a una buena, y por ello espero verlos a todos ustedes en el infierno porque en el cielo...  a mí que no me esperen.


                                 Autor: Carmen @Persefone123








martes, 21 de abril de 2015

Mujer


                                       
                                        Autor: Poetas Nuevos (@Poetas_Nuevos)





"Yo quisiera perderme en la miel de aquel pincel que dibujó tus curvas"

Rapsusklei








El dudoso vividor #microrelato






“A veces la vida encuentra caminos extraños para resolver nuestros enigmas”


Eduardo Sacheri





martes, 14 de abril de 2015

Cuando pienso en ti






"El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad,
altas como el cielo y grandioso como el universo"


Alfred Victor de Vigny




domingo, 12 de abril de 2015

Esperanza


Te voy a contar la historia de mi vida. Comenzó cuando solo una partícula pequeña de mi padre viajó al interior de mi madre y empezó el proceso complicado que haría que me fuera formando poco a poco. Los que me quieren, me han querido y me querrán esperaban con intenso deseo mi completa formación y hasta pensaron en darme un nombre, pero era pronto todavía. Si todo marchaba bien, yo estaría completa y lista para el otoño… esa época del año que es algo fría, cuando las hojas de los árboles se caen haciendo una fiesta de colores en las calles y volando como mariposas en el aire y luego amontonándose formando un colchón sobre la hierba. ¡Es tan bonita esa estación del año! 

Mientras tanto, yo me mantenía flotando en el vientre de mi madre… escuchándolo todo, conociendo algunas voces y sintiéndolo todo. La música suave me arrullaba, pero los ruidos fuertes me asustaban y estremecían. 
 Los que me quieren, me han querido y me querrán, me veían proyectada en el futuro. Querían que yo fuera niña… ¡si supieran que lo era! Imaginaron sentir mi alegría el día que celebraron en mi nombre, cuando aún flotaba yo en la bolsa de la vida. Desde allí podía percibir la felicidad de todos. Según ellos, me hicieron muchos regalos y mi madre estaba radiante de alegría… y mi padre orgulloso. Pero los que me querían, miraron todavía más allá en el futuro… a mi día de nacimiento; cuando saldría del hospital con mis ojitos cerrados y llegara a mi casa donde me acostarían en una camita sola para mí al lado de mi madre. Para entonces me habían puesto el nombre, un nombre muy especial: Esperanza me llamaron, ¡me gustó tanto! Y pensando, trazaron mi futuro, llegué a ser una muchacha bonita, sincera, inteligente y cariñosa. E imaginaron que una tarde de verano, cuando el sol dejaba de ser tan fuerte, cuando las plantas descansaban del intenso calor de la mañana y la fuente del patio era el balneario de los pájaros… estaba yo sentada al pie de mi madre que se sentía enferma, ofreciéndole una taza de té, tomándole una mano entra las mías… ¡la quería tanto! Mi padre me dio un beso cuando llegó del trabajo y yo le preparé la cena para que mi madre descansara; yo quería que se mejorara.

jueves, 9 de abril de 2015

Sello de presidiaria





Llevo marcado a hierro en el alma el sello de presidiaria,
tengo atada la esperanza a la cárcel de una actitud forzada,
calla, saluda y sonríe.
Encerrada entre infinitas paredes de las que no puedo escapar,
encasillada en celdas cuadradas de una mente cuadriculada,
calla y sonríe.
Mi espíritu es prisionero del daño,
ya no nado, chapoteo,
ya no vuelo, tengo las alas abrasadas,
ya no bailo, mis pies están deshechos,
calla.
Recorro las calles como una fugitiva tratando de escapar
de este alma tatuada con el sello de una esclava,
de las cenizas de un pasado tan condenadamente presente,
quiero nadar,
quiero volar,
quiero cantar,
sonríe.
Me aferro a una vida, a una luz, a un paisaje,
que logre sanar las cicatrices de mi alma de presidio,
de esta odiada libertad que llevo pintada en mis ojos,
que miran y no se rinden,
que miran y ofrecen calor,
que miran aún con ilusión.
Abriré la puerta de mi alma, carcelero,
hablaré y lloraré a un nuevo mañana.









Más de Símar en su blog Fantasy Tales 



Cómo #microrelato










Más de Luz de Luna en su blog La vida en un instante

domingo, 5 de abril de 2015

Primer verso





 




Algo más que chocolate


Ocurrió sin más. Si me hubiesen dicho que acabaría así, simplemente me hubiera reído sin parar, hasta perder la conciencia, que no es otra cosa que una sinrazón aparente. Pero que muy en el fondo, me lleva a pensar en la posibilidad de que la magia existe o al menos creer en tu magia infinita.
En un día de invierno, en el que el frío cala los huesos, en el que la brisa del mar hiela los sentidos y no los deja pensar. En un día en el que necesitas sentir la tibieza de un corazón encadenado a ti, o simplemente un día en el que quisieras guarecerte bajo una hoguera y una manta.
Paseaba por los escaparates más preciados de tu ciudad, queriendo comprarlo todo, queriendo probarlo todo y en especial queriendo encontrar una señal que me llevara hasta ti.
Cansada sin más, con los pies doloridos y con el cuerpo frío por fuera pero caliente por dentro, me senté en una cafetería para "inyectarme" en el cuerpo una taza de chocolate caliente que pudiera llegar a mi alma adolorida...de soledad.
Cuando me entregaron la carta, no sabía cuál escoger, los había de chocolate con leche y un toque de naranja, o también chocolate de Colombia con trazos de canela, o chocolate blanco y pepitas de oreo. Tan absorta estaba en mi escrutinio a la carta cuando no me di cuenta de que las bolsas que había comprado se habían esparcido hacia un costado hasta llegar a tus pies.